Mostrando entradas con la etiqueta 5- El átomo físico clásico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 5- El átomo físico clásico. Mostrar todas las entradas

sábado, 22 de octubre de 2022

4. Experimentos con tubos de rayos catódicos | ⚛️ El átomo físico clásico | Joseleg

 [Ciencias de Joseleg] [Química] [La materia] [El átomo físico clásico] [Ejercicios resueltos] [Introducción] [La electricidad y el átomo] [La constante de Faraday y la electrolisis] [Experimentos con tubos de rayos catódicos] [Modelo atómico de Thomson] [Otros modelos atómicos clásicos] [Modelo atómico de Rutherford] [Introducción al núcleo atómico] [Estequiometría de isótopos] [Referencias]


El modelo de Thomson para el átomo de 1904 es el primero modelo en el cual los procesos físicos se apoderan del modo en que ha de investigarse al átomo, en este sentido, las relaciones de una especie química con otra no son tan relevantes como las propiedades internas del átomo. Y son esas propiedades internas las que empiezan a poder ser estudiadas mediante avances en la investigación de la electricidad. Uno de estos avances son los tubos de descarga (Sinclair, 2013). Los tubos de descarga son tubos en los que se extrae el aire y se llenan con un gas, igualmente, el interior del tubo es acondicionado con un par de electrodos que permite realizar la descarga eléctrica por medio de un circuito, el circuito se completa no por un cable sino por el semivacío que se obtiene al extraer el gas interno. Uno de los mayores retos es lograr que el material del tubo logre resistir la temperatura y también sea aislante con respecto al medio externo.

Figura 41.  El tubo de descarga. En los tubos de descarga se forma un circuito al interior del tubo gracias a la baja presión, los electrones fluyen desde el cátodo hacia el ánodo completando el circuito (YouTube).

Estos tubos explotan el fenómeno de la Descarga Eléctrica en los Gases y operan mediante la ionización del gas cuando se aplica un voltaje lo suficientemente alto como para generar una conducción eléctrica mediante el fenómeno subyacente de la descarga de Townsend. El voltaje necesario para iniciar la descarga y mantenerla depende de la presión y la composición del gas, así como de la geometría del tubo. Los tubos de descarga son muy empleados como bombillas de luz a gas, sin embargo, en el estudio del átomo sirvieron para señalar que estos no eran partículas indivisibles como planteaban Leucipo y Demócrito.

El tubo de Geissler

 La condición más importante para adquirir la tecnología del tubo de descarga es el vacío, esta tecnología se adquirió en 1654 con la invención de la bomba de vacío por Otto von Guericke (1602-1686). En 1705  fue reportado que las chispas de un generador electrostático eran más estables en un ambiente de baja presión de aire (Kurzweil, Richter, & Schneider, 1990). En 1838 Michael Faraday (1791-1867) logró pasar corriente eléctrica a través de un tubo de vidrio con baja presión de aire, notando simultáneamente la formación de un extraño arco de luz entre los extremos del cátodo “electrodo negativo” y el ánodo “electrodo positivo” (Faraday, 1838).  En 1857 el fabricante de tubos de vidrio “y físico aficionado” germánico llamado Heinrich Geissler (1814-1879) inventó una bomba de vacío más potente con la cual pudo reducir la presión atmosférica mil veces (10-3 atm).  

Figura 42.   Heinrich Geissler  (Igelshieb, 26 de mayo de 1814- Bonn, 24 de enero de 1879), fue un inventor alemán, reconocido por idear el Tubo de Geissler, elemento clave para el desarrollo de la tecnología electrónica de los tubos de vacío. Heinrich Geissler, fìsico y diestro soplador de vidrio, se dio a la tarea de fabricar tubos de diversos tamaños, formas y colores estos tubos llamaron la atención de los físicos de su época quienes lo usaron para sus experimentos extrayéndoles el aire mediante bombas de aire al vacío y poniendo en su lugar algún gas a baja presión.

Al repetir los experimentos de Faraday en sus nuevos tubos de vacío Heinrich Geissler encontró que, en lugar de un arco, se formaba un brillo de iluminaba la totalidad del tubo. La electricidad necesaria se encontraba entre los 100 kilovoltios o más (Bussalo, 1993; Garritz, 2005). Semejante a una lámpara de Neón el tubo de Geissler solo lograba generar un rayo que viajaba muy cortas distancias. La luz generada en los tubos de Geissler no presentaba propiedades diferentes a las de cualquier otro tipo de luz, es decir, no se trataba de rayos catódicos.

Figura 43.   William Crookes  (Londres, 17 de junio de 1832-ibídem, 4 de abril de 1919) fue un químico inglés, uno de los científicos más importantes en Europa del siglo XIX, tanto en el campo de la física como en el de la química. En 1863 ingresó en la Royal Society, y fue nombrado Sir en 1910. Es conocido por ser el inventor del tubo de rayos catódicos, por el descubrimiento del elemento talio, y por ser el primero en analizar el gas helio en laboratorio.

El tubo de Crookes

Los tubos de Crookes fueron diseñados a partir de los tubos de Geissler por parte de William Crookes “imagen siguiente” (1832-1919). La diferencia primordial entre los dos era el mejoramiento de las bombas de vacío, mientras que los tubos de Geissler solo llegaban a una milésima de la atmósfera normal (10-3 atm), los tubos de Crookes alcanzaban una presión de entre una millonésima y una cienmillonésima de la atmósfera normal (10-6 y 10-8 atm) (Dylla, 2006). La nueva bomba de vacío había sido desarrollada por un colaborador de Crookes (Redhead, 1999) llamado Charles A. Gimingham. Una vez que se iniciaba la descarga eléctrica, la luz generada normalmente por un tipo de Geissler desaparecía en un área oscura denominada el Espacio Oscuro de Crookes (Aston, 1911).

Figura 44.   Tubo de Crookes. Para su tiempo, los rayos de un tubo de Crookes eran un descubrimiento inesperado en las investigaciones sobre circuitos y electricidad, muchas modificaciones fueron realizadas al tubo de Crookes para determinar sus propiedades (YouTube).

El área oscura se extendía eliminando el brillo totalmente excepto por la cubierta de vidrio en el extremo positivo “ánodo”. El vidrio del extremo positivo emite una fluorescencia verde-amarilla que puede ser amplificada mediante pintura fluorescente. Hasta este punto hemos descrito el fenómeno del tubo de Crookes sin apelar al modelo que lo explica. En resumen, se trata de tubos con menor presión con un gas que es estimulado por un campo eléctrico, lo cual genera una fluorescencia en el extremo positivo “ánodo”. 

Experimentos con los tubos de Crookes

Figura 45.   Eugen Goldstein (5 de septiembre de 1850-26 de diciembre de 1930) fue un físico alemán. Fue un investigador, el descubridor de los rayos anódicos. ​Fue profesor de la Universidad de Berlín. Se dedicó a investigar las descargas en los gases enrarecidos. Oponiéndose a Crookes, creyó que los rayos catódicos eran, a semejanza de la luz, de naturaleza ondulatoria. Los planteamientos de Goldstein fueron los que le dieron la posibilidad a Thomson para que los recogiera y formulara el modelo atómico de Thomson.

Los tubos de Crookes fueron empleados en docenas de experimentos celebres para poder determinar la causa de la fluorescencia en el extremo positivo del circuito (Dahl, 1997). Se propusieron dos modelos, los científicos británicos Crookes y Cromwell Varley creían que se trataba de corpúsculos o materia radiante, es decir átomos eléctricamente cargados. 

Investigadores germánicos como Gustav Wiedemann, Heinrich Hertz, y Eugen Goldstein opinaban que se trataba de vibraciones del “éter”, alguna forma nueva de radiación electromagnética y estaban separados de la causa que transportaba la corriente eléctrica a través del tubo (Dahl, 1997).

Estas hipótesis generaron una serie de experimentos por varios físicos, los cuales conllevarían a los trabajos de Jean Perrin y J. J. Thomson, en los cuales se determinaría que se trataba de corpúsculos con una masa y una carga negativa asociada. En la actualidad estas partículas causantes del brillo fluorescente en el extremo positivo del tubo de Crookes es denominado electrón.

El experimento de Lenard

Philipp Eduard Anton von Lenard (1862-1947) modificó el tubo de Crookes. Colocando una placa de aluminio justo en el punto donde los rayos catódicos impactaban en lugar de vidrio, esta placa es denominada la ventana de Lenard. Más allá de la ventana se ubicaba una superficie de revelado fotográfico que serviría como el detector.

La cuestión era bien simple, analizar si las partículas de los rayos catódicos podían atravesar sobre láminas de materia, lo cual hicieron (Falconer, 1987; Schonland, 1923; Thomson, 1897; Whiddington, 1914). Lenard encontró que los rayos catódicos podían penetrar los materiales mucho más que cualquier sustancia hecha de átomos. Algunos emplearon este resultado para argumentar que los rayos catódicos eran ondas, pero posteriormente se determinó que se trataba de una de las propiedades consecuentes de la extrema pequeñez de los electrones.

El experimento de Plüker o de la cruz de Malta

Mejor conocido como el experimento de la cruz de Malta, fue realizado en 1869 por Julius Plücker (Arabatzis, 2009; Brok, 2005). El montaje se trataba de construir una figura cerca del extremo positivo del tubo “ánodo”, el cual contaba con una palanca que permitía plegarlo, por lo que el mismo tubo podía ser empleado como un tubo de Crookes estándar o como un tubo con la cruz de Malta “En la actualidad es imposible imaginar un tubo de Crookes sin una cruz de Malta”. Dos son los resultados más representativos del experimento de la cruz de Malta:

1- Al encenderse el tubo de Crookes se generaba una sombra en el extremo con pintura fluorescente con la misma forma que la placa con la cruz de Malta. Esto implicaba necesariamente que se trataba de algo que viajaba desde el cátodo, parte de esa sustancia era capturada por la cruz de Malta, mientras que lo demás pasaba derecho. Debido a que la forma de la cruz de Malta no se hacía más grande o más pequeña se razonaba que se trataba de algo que viajaba en línea recta, es decir un rayo.

2- La fluorescencia es limitada, el vidrio o la pintura disminuía su capacidad para brillar después de algunos minutos, capacidad que podía ser recuperada después de algunos minutos. Con la cruz de Malta, si esta era retirada con el tubo encendido, la región previamente oscura brillará con una intensidad mayor que el resto de la placa.

Figura 46.   Resultados del experimento de la cruz de Malta (YouTube).

Los experimentos de Goldstein

Eugen Goldstein (1850-1930) fue un físico alemán que trabajó ávidamente con los tubos de descarga de Crookes, le dio su nombre a los rayos catódicos y sus opuestos los rayos anódicos –que él denominó rayos canales.  Goldstein en 1876 (Raizer, Kisin, & Allen, 1991; Thomson, 1900)  encontró que los rayos del tubo de Crookes son disparados siempre en dirección perpendicular a la superficie del cátodo.  Si el cátodo era una placa plana, los rayos eran disparados en forma de líneas rectas perpendiculares al plano de la placa.

Figura 47.  Experimento de Goldstein 1. Los tubos de Crookes son literalmente aceleradores de partículas, ya sean electrones (Cátodo a Ánodo) o protones (Ánodo a Cátodo). Gracias a los canales en el ánodo logró determinarse la existencia de una simetría, sin embargo, al parecer estos rayos no fueron tomados en cuenta a la hora de la formulación del modelo del pastel con paces del átomo.

Esta era una evidencia de que se trataba de partículas, debido a que la radiación ondulatoria emite en todas las direcciones posibles. Debido a que estos rayos avanzaban desde el cátodo para impactar en el ánodo fueron denominados por Goldstein como los Rayos Catódicos. La superficie de la placa puede ser alterada y en consecuencia la dirección de los rayos de los tubos de Crookes manipulada. Una placa cóncava tiene el potencial de concentrar los rayos de toda la placa en un único punto, el cual puede transmitir grandes cantidades de energía en forma de calor.

Figura 48.  Experimento de Goldstein 2. En el siguiente modelo los platos (d) y (e) representan electrodos de un segundo circuito que genera un campo eléctrico.

Figura 49.   Experimento de Goldstein 3. La demostración de que los rayos catódicos tienen carga eléctrica negativa se debe a que se alejan del polo negativo en un magneto (YouTube).

Figura 410.  El experimento de la veleta. Los rayos catódicos empujan la veleta, la transferencia de momento cinético del rayo a la veleta demostró que estos tenían masa, y que estaban compuestos por partículas invisibles que se aceleraban, así pues estos son los primeros aceleradores de partículas (YouTube).

Otro experimento de Goldstein bastante célebre fue realizado en 1886, en el cual el cátodo estaba hecho con canales huecos. Cuando el tubo fue activado pudo notarse la presencia de luminosidad detrás de cátodo. Posteriormente se determinó la existencia de un rayo opuesto al catódico, es decir uno que provenía desde el ánodo y que al atravesar los canales de ánodo podían ser detectados. Debido a la necesidad de crear canales en el ánodo, estos rayos fueron denominados Rayos Canales (Freeman, 1987).

Los experimentos de Hertz, Schuster y Perrin

Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894) construyó un tubo con un segundo par de placas metálicas cuya función sería la de generar un campo magnético de forma paralela a la dirección del reyo catódico. Cuando fuese activado, una placa actuaría como el polo positivo y otra como el polo negativo (Dahl, 1997).

Si el rayo catódico tuviera carga, el campo eléctrico sería capaz de desviarlo y la dirección de la desviación indicaría la carga. Hertz no encontró ninguna desviación, sin embargo, experimentos posteriores mostraron que sus tubos de Crookes no tenían una presión lo bastante baja y además la carga eléctrica no era lo suficientemente alta. Posteriormente el físico alemán Franz Arthur Friedrich Schuster (1851-1934) repitió el montaje de Hertz pero con un mayor voltaje. Los resultados fueron que el rayo era desviado efectivamente por el campo eléctrico, alejándose del polo negativo y siendo atraído por el polo positivo. Esto fue evidencia directa de que la carga de los rayos catódicos era negativa (Dahl, 1997).  Hertz argumentaba que los rayos catódicos eran ondas, y otros físicos proponían que los rayos catódicos eran acompañados de los verdaderos portadores de la carga negativa. Perrin hacia 1895 modificó el tubo de Crookes para capturar los rayos catódicos y enviarlos a un electroscopio, este determinó la carga negativa de los rayos.

Los rayos catódicos, los experimentos de Crookes

Crookes realizó experimentos semejantes a los de un campo eléctrico generado por corriente eléctrica, pero en lugar de un circuito empleó imanes simples. La dirección de desviación era la misma, los rayos catódicos eran alejados por el polo negativo y atraídos por el polo positivo. Crookes también colocó turbinas muy ligeras en la dirección del rayo catódico, después de todo, si eran partículas que viajaban en línea recta, estas debían tener una masa asociada, y cualquier masa asociada acelerada a una velocidad suficiente almacena un momento cinético transferible a otra masa. En otras palabras, los rayos catódicos debían almacenar fuerza cinética semejante a las gotas de agua en un rio y deberían en teoría mover la turbina (Arabatzis, 2009). En la actualidad no se considera que la turbina se mueva por la transmisión del momento cinético, sino por el calentamiento del gas próximo a la turbina, el cual al expandirse lo mueve, en otras palabras, el experimento de las turbinas no sirve como argumento para determinar la naturaleza particulada de los rayos catódicos.


3. La electrólisis y la constante de Faraday | ⚛️ El átomo físico clásico | Joseleg

 [Ciencias de Joseleg] [Química] [La materia] [El átomo físico clásico] [Ejercicios resueltos] [Introducción] [La electricidad y el átomo] [La constante de Faraday y la electrolisis] [Experimentos con tubos de rayos catódicos] [Modelo atómico de Thomson] [Otros modelos atómicos clásicos] [Modelo atómico de Rutherford] [Introducción al núcleo atómico] [Estequiometría de isótopos] [Referencias]


La naturaleza eléctrica de las sustancias químicas se hizo evidente cuando los primeros filósofos naturales obtuvieron la tecnología para hacer pasar una corriente eléctrica a través de diversas sustancias. Más allá que algunas sustancias logren transmitir o no la electricidad, estaba el hecho de que algunas sustancias experimentaban el cambio químico, transmutación, cambio de identidad, o como lo llamamos otra, experimentaban una reacción química, específicamente de descomposición, acompañadas en algunos casos de sedimentaciones de solidos metálicos.

Elementos aislados a través de la electrolisis

👉 1785: el generador electrostático de Martinus van Marum se utilizó para reducir el estaño, el zinc y el antimonio de sus sales mediante electrólisis.

👉 1800: William Nicholson y Anthony Carlisle (y también Johann Ritter), descomponen el agua en hidrógeno y oxígeno.

👉 1808: Humphry Davy descubrió el potasio (1807), el sodio (1807), el bario, el calcio y el magnesio mediante electrólisis.

👉 1821 – El litio fue descubierto por el químico inglés William Thomas Brande, quien lo obtuvo por electrólisis del óxido de litio.

👉 1834: Michael Faraday publicó sus dos leyes de electrólisis, proporcionó una explicación matemática para ellas e introdujo terminología como electrodo, electrolito, ánodo, cátodo, anión y catión.

👉 1875: Paul Émile Lecoq de Boisbaudran descubrió el galio mediante electrólisis.

👉 1886: Henri Moissan descubrió el flúor mediante electrólisis.

👉 1886: se desarrolla el proceso Hall-Héroult para fabricar aluminio.

👉 1890: se desarrolla el proceso Castner-Kellner para fabricar hidróxido de sodio.

La electrolisis

La electrólisis es una técnica que utiliza corriente eléctrica directa (CC) para impulsar una reacción química que de otro modo no sería espontánea. La electrólisis es comercialmente importante como etapa en la separación de elementos de fuentes naturales tales como minerales utilizando una celda electrolítica. El voltaje que se necesita para que ocurra la electrólisis se llama potencial de descomposición. La palabra "electrólisis" fue introducida por Michael Faraday en el siglo XIX, por sugerencia del reverendo William Whewell, utilizando las palabras griegas [ɛ̌ːlektron] "ámbar", que desde el siglo XVII se asoció con fenómenos eléctricos, y λύσις [lýsis] que significa "disolución o corte". Sin embargo, la electrólisis, como herramienta para estudiar reacciones químicas y obtener elementos puros, precede a la acuñación del término y descripción formal por parte de Faraday.

Figura 31. Michael Faraday, FRS (Reino Unido: Newington Butt, 22 de septiembre de 1791-Hampton Court, 25 de agosto de 1867), fue un físico británico que estudió el electromagnetismo y la electroquímica. Sus principales descubrimientos incluyen la inducción electromagnética, el diamagnetismo y la electrólisis.

A principios del siglo XIX, William Nicholson y Anthony Carlisle buscaron promover los experimentos de Volta. Conectaron dos cables a cada lado de la batería de Volta y colocaron los otros extremos en un tubo lleno de agua. Cuando juntaron los cables, notaron que cada cable producía burbujas de dos tipos de sustancia. Un tipo era el hidrógeno, el otro era el oxígeno (Fabbri & Schmidt, 2018).

En 1785, un científico holandés llamado Martinus Van Marum creó un generador electrostático que utilizó para reducir (reducir en química y en este contexto es la obtención de los elementos a partir de óxidos y sales naturales) el estaño, zinc y antimonio de sus sales mediante un proceso conocido más tarde como electrólisis. Aunque sin saberlo produjo la electrólisis, no fue hasta 1800 cuando William Nicholson y Anthony Carlisle descubrieron cómo funciona la electrólisis (Leppik, 2018).

En 1791 Luigi Galvani experimentó con ancas de rana. Afirmó que colocar músculo animal entre dos láminas de metal diferentes generaba electricidad. En respuesta a estas afirmaciones, Alessandro Volta realizó sus propias pruebas (Zagal, 2020), las cuales influyeron en Humphry Davy sobre la electrólisis. Durante los experimentos preliminares, Humphry Davy planteó la hipótesis de que cuando dos elementos se combinan para formar un compuesto, se libera energía eléctrica. Humphry Davy continuaría creando tablas de descomposición a partir de sus experimentos preliminares sobre electrólisis. Las tablas de descomposición darían una idea de las energías necesarias para romper ciertos compuestos (Thomas, 2013).

En 1817, Johan August Arfwedson determinó que había otro elemento, el litio, en algunas de sus muestras, sin embargo, no pudo aislar el componente. No fue hasta 1821 cuando William Thomas Brande utilizó la electrólisis para singularizarlo. Dos años más tarde, simplificó el proceso utilizando cloruro de litio y cloruro de potasio con electrólisis para producir litio e hidróxido de litio (Kavanagh, Keohane, Garcia Cabellos, Lloyd, & Cleary, 2018).

Durante los últimos años de la investigación de Humphry Davy, Michael Faraday se convirtió en su asistente. Mientras estudiaba el proceso de electrólisis con Humphry Davy, Michael Faraday descubrió dos leyes de la electrólisis (Zagal, 2020).

Faraday es más famoso por sus contribuciones a la comprensión de la electricidad y la electroquímica. En este trabajo lo impulsó su creencia en la uniformidad de la naturaleza y la interconvertibilidad de varias fuerzas, que concibió desde el principio como campos de fuerza. En 1821 logró producir movimiento mecánico por medio de un imán permanente y una corriente eléctrica, un antepasado del motor eléctrico. Diez años más tarde convirtió la fuerza magnética en fuerza eléctrica, inventando así el primer generador eléctrico del mundo.

En el curso de probar que las electricidades producidas por varios medios son idénticas, Faraday descubrió las dos leyes de la electrólisis: la cantidad de cambio químico o descomposición es exactamente proporcional a la cantidad de electricidad que pasa en solución, y las cantidades de diferentes sustancias depositadas o disueltas por la misma cantidad de electricidad son proporcionales a sus pesos equivalentes químicos, muy bien, ¿pero ¿qué significan?

Primera ley Faraday

La primera ley de electroquímica de Faraday establece que existen una relación de proporcionalidad entre la carga eléctrica suministrada a una reacción química de electrólisis Q (la cual se administra como una corriente eléctrica en un período de tiempo determinado) y la masa de cualquiera de las sustancias en la reacción química mj, siendo esta la masa que desaparece de un reactivo o la masa que aparece de un producto, en otras palabras, la carga eléctrica es un parámetro estequiométrico.

Aquí, la constante de proporcionalidad, Z, se denomina equivalente electroquímico de la sustancia. Así, la Z se puede definir como la masa de la sustancia depositada/liberada por unidad de carga. Dicho de otro modo, que ciertas reacciones químicas en su balance de materia no solo requieren ciertos átomos de entrada en sus reactivos, también necesitan una energía de entrada en forma de electricidad, y que esta energía de entrada es proporcional con su estequiometria, por lo que la energía eléctrica de una reacción química se encuentra empaquetada igual que su materia, lo cual hizo sospechar a otros que estos paquetes de energía eléctrica no solo eran una consecuencia del calculo matemático,  sino que indicaban LA EXISTENCIA DE UNA PARTICULA QUE PORTABA LA ENERGIA ELECTRICA. Dado que el valor de la carga eléctrica es el mismo para reactivos y productos, es un parámetro que estará vinculado al avance de la reacción ξ.

Segunda ley de Faraday

La segunda ley de electrólisis de Faraday establece que, si la misma cantidad de electricidad pasa a través de diferentes electrolitos, las masas de iones depositados en los electrodos son directamente proporcionales a sus equivalentes químicos o pesos equivalentes. El problema que debemos tener en cuenta es que los pesos equivalentes no son constantes para un ion dado, sino que pueden experimentar variaciones que son múltiplos de sus cargas. En otras palabras, la segunda ley de Faraday debe responder a los posibles pesos equivalentes de una sustancia.

Carga molar

La carga molar hace referencia a la cantidad de carga eléctrica que fluye por unidad de cantidad de sustancia, sus unidades son C/mol, y al ser el cociente de dos magnitudes extensivas, se trata de una propiedad intensiva que dependerá de la sustancia, y el flujo de electrones en una semirreacción.

Demostración. Encontrar una forma de calcular la carga molar de una sustancia con la información disponible en la tabla periódica.

La constante de proporcionalidad F posee unidades de carga eléctrica sobre cantidad de sustancia es decir culombios sobre moles (C/mol) y es denominada como la constante de Faraday, la cual posee un valor estándar de 9.648 x 104 C/mol. La constante de Faraday también es una indicación de que la carga es transportada por algún tipo de partícula, pues viaja en paquetes de cantidad de sustancia. Si juntamos las dos leyes anteriores para la deposición de un elemento sólido a partir de un ion, debemos no solo aplicar la primera ley de Faraday, sino también tener en cuenta que es una situación estequiométrica donde debemos tener en cuenta los números estequiométricos.

DEMOSTRACIÓN. Demostrar una ecuación que permita calcular la carga eléctrica necesaria para depositar una masa sólida de un metal a partir de una masa iónica disuelta.

Ejemplo. ¿Cuánta carga eléctrica en culombios se necesita para depositar 1 g de sodio metálico a partir de una solución de hidróxido de sodio?

Ejemplo. ¿Cuánta carga eléctrica en culombios se necesita para depositar 25.8 g de cobre metálico a partir de iones de cobre(2+) en solución?

Como podemos darnos cuenta, este tipo de cálculos solo tienen sentido si asumimos que las cargas eléctricas negativas viajan en paquetes de carga que actualmente llamamos electrones. De hecho, para este puto tenemos todas las herramientas para calcular la carga de un solo electrón, solo necesitamos tomar la constante de Faraday y reemplazar 1 mol por el número de Avogadro, esto nos da la carga de un solo paquete de energía como igual a 1.602 x 10-19 C, sin embargo determinar la carga del electrón en su propio contexto sería un poco mas complejo debido a la ausencia del número de Avogadro.