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químico)(Ejercicios resueltos)(Introducción)(El atomismo filosófico)(Leyes ponderales)(La teoría atómica de Dalton)(La hipótesis de Avogadro)(La técnica de Cannizzaro)(Del molécula-gramo al mol)(Del mol a la cantidad de sustancia)(Historia de la teoría cinética de gases)(Modelo matemático de la teoría cinética)(Introducción a la estequiometría analítica)(La ley de Dulong y Petit)(Fórmulas empíricas y moleculares)(Análisis de composición)(Referencias)(Versión documento word)
Una fórmula
química es una forma de presentar información sobre las proporciones químicas
de los átomos que constituyen un compuesto químico o molécula en particular,
utilizando símbolos de elementos químicos, números y, a veces, también otros símbolos,
como paréntesis, guiones, corchetes, comas y más (+) y los signos menos (-).
Estos se limitan a una sola línea de símbolos tipográficos, que pueden incluir
subíndices y superíndices. Una fórmula química no es un nombre químico y no
contiene palabras. Aunque una fórmula química puede implicar ciertas
estructuras químicas simples, no es lo mismo que una fórmula estructural química
completa. Las estructuras químicas requieren del conocimiento generado de las
fórmulas químicas, lo que conforman la teoría estructural, sin embargo, para
poder entender la teoría estructural, primero debemos entender cómo es que las
fórmulas químicas básicas fueron propuestas, y como se diferencian una de otra.
Las
primeras fórmulas químicas fueron algo diferentes de como las representamos
actualmente, por ejemplo, la teoría equivalentista manejaba una mezcla entre
fórmulas y símbolos específicos, como si fueran códigos más o menos arbitrarios
para indicar los pesos equivalentes de las sustancias, mientras que las
primeras versiones de las fórmulas químicas que conocemos expresaban las
cantidades de átomos (relativas o absolutas) como superíndices en lugar de
subíndices:
Tabla. Diferentes fórmulas químicas dependientes de la teoría que se
asumiera como correcta (Padilla & Furio-Mas, 2008).
Partes básicas de una fórmula química
Una fórmula química fundamentalmente esta constituía por dos tipos de símbolos, el símbolo del elemento y el subíndice del elemento. Estos símbolos normalmente se representan de manera concreta, por ejemplo, como en H2O. Si el subíndice es 1 este no se representa explícitamente en la fórmula química. El problema radica en que también debemos extraer información de una fórmula química de manera abstracta o generalizada.
Por ende, necesitamos indicar cualquier elemento (I) o (D) o
(J), cualquier molécula (i) (d) (j) y cualquier subíndice (siI,i) o (si(I),i).
Así si deseamos indicar el subíndice del hidrógeno en agua entonces (si(H)H2O = 2), pero el subíndice
del mismo hidrógeno en ácido nítrico será (si(H)HNO3
= 1).
Recuerde que, si interpretamos los subíndices como parte de la teoría atómica, estos indican la cantidad de átomos que van unidos a una sola molécula. Por lo que podemos calcular el número de átomos en términos del número de moléculas usando al subíndice como constante de proporcionalidad (Ecuación).
Alternativamente podemos saber que, en esta ecuación, el
número de átomos siempre será igual o mayor que el número de moléculas,
creciendo en una relación de números enteros pequeños, a menos que el cristal
de la sustancia encierre átomos de manera anormal. De lo anterior deducimos que
el subíndice es una magnitud adimensional que asumirá valores enteros pequeños,
y cuando eso sucede, deberemos hacer correcciones manuales.
Interpretación de la ley de Proust
La ley de Proust puede escribirse de la siguiente manera, el cociente de masas de dos elementos en un compuesto es constante, por lo que podemos igualar dos cocientes de masas diferentes, uno empírico y otro real.
Dos tipos de fórmulas químicas
Lo
anterior implica que una fórmula química asume la existencia de átomos y
moléculas, y es una representación abstracta de la propia teoría atómica, del
propio modelo atómico de Dalton y de la ley de proporciones definidas de
Proust, solo que, en lugar de usar esferas sólidas o masas de sustancias,
empleamos los símbolos de los elementos para representar a los átomos, y
subíndices para indicar la proporción o cantidad de estos unidos en la
molécula.
La fórmula empírica
Tenga en cuenta que una fórmula empírica solo indica una proporción relativa entre número de
átomos de elementos en una molécula, más exactamente la proporción relativa
expresada en los números enteros más pequeños.
Diferentes
sustancias como dodecahedrano (C20H20), la dialina (C10H10),
y el acetileno (C2H2) todos tienen la misma fórmula
empírica (CH). De allí que se hace muy necesario diferenciar entre formulas
empíricas y moleculares. En una fórmula empírica los subíndices son meras
proporciones, algo semejante a los pesos equivalentes, mientras que en las
fórmulas moleculares los subíndices son el verdadero número de átomos que
constituye una molécula.
Para hacer ese cálculo simplemente debemos realizar una regla de tres de subíndices, pues al igual que muchas leyes de la teoría atómica, el radio de subíndices teórico es igual al radio de subíndices experimental (Ecuación Interpretación empírico-molecular de la ley de Proust). Si establecemos que la marca (*) representa a los subíndices de la fórmula empírica, podemos simplificar la expresión haciendo que el dato en la fórmula molecular sea el máximo común divisor “que es igual al subíndice más pequeño que sea común divisor en la fórmula molecular”, y su correspondiente en la fórmula empírica como igual a 1.
Existen casos donde los subíndices de la fórmula empírica no
están dados en números enteros simples, lo cual se debe a dos razones.
- La fórmula empírica posee subíndices mínimos mayores que
1.
- la medición se hizo sobre una sustancia bertólida.
En caso de que sea la primera opción, podemos emplear una modificación de la fórmula para convertir formulas moleculares en fórmulas empíricas, pero para convertir subíndices decimales en subíndices enteros.
La aplicación de la ecuación anterior es un poco manual,
debemos reemplazar la constante de subíndies por números enteros pequeños tal
que encontremos la relación más pequeña de números enteros para los subíndices
de la fórmula empírica.
https://quimicadejoseleg.blogspot.com/2021/05/como-hallar-la-formula-molecular-con-la.html
https://quimicadejoseleg.blogspot.com/2021/06/como-hallar-los-subindices-enteros-de.html
Fórmula molecular
Los subíndices de la fórmula molecular expresan la cantidad absoluta
de átomos de cada elemento en una sola molécula. Las fórmulas moleculares
pueden convertirse a empíricas fácilmente aplicando la ecuación de subíndices o
que es lo mismo, pero más rápido, ubicando el máximo común múltiplo y
dividiendo todos los subíndices entre ese valor.
El camino opuesto
es un poco más complejo, pues necesitamos de un dato extra que es la verdadera
masa molar de la sustancia que puede obtenerse de otras propiedades diferentes.
Si poseemos la masa molar verdadera podemos calcular el factor de corrección o
subíndice mínimo verdadero.
Tenga en
cuenta que la relación entre la masa molar verdadera y la masa molar empírica
es de números enteros pequeños, ya que una fórmula molecular aumenta n veces el
número de átomos sin intermedios, donde ese n veces es precisamente el máximo
común divisor de los subíndices de la fórmula molecular, o como lo denominamos
nosotros, el subíndice mínimo de la fórmula molecular, por ende.
Donde (Mi) es la masa molar verdadera y (Mi*) es la masa molar de la fórmula empírica.
La fórmula
empírica se denomina así, debido a que experimentalmente, o mejor dicho
haciendo matemáticas con leyes ponderales mediante técnicas clásicas es más
fácil llegar a la proporción relativa de átomos o fórmula empírica.
Muchas
fórmulas moleculares son iguales a las fórmulas empíricas, y gracias a esto nos
es posible predecir hasta cierto punto las formulas moleculares de muchas
sustancias por medio del poder de enlace de las sustancias que se encuentra
consignado en la tabla periódica bajo el nombre de los números de oxidación.
El
estudiante sin embargo debe ser consiente que las fórmulas moleculares eran
resultados de medidas experimentales, y hasta el momento hemos visto dos
formas:
- La
combinación de la hipótesis de Avogadro, la ley de la conservación del número
de átomos, y la ley de volúmenes de combinación.
- Le ley
de Dulong y Petit mas técnicas estequiométricas.
Pero sin
duda los diseños experimentales más comunes para calcular las fórmulas químicas
son el análisis de composición porcentual y el análisis de combustión además de
las medidas de masas molares por medio de las propiedades coligativas.
Sustancias no estequiométricas
El
hecho de que estemos calculando subíndices como números enteros se debe a que
asumimos dos cosas implícitamente, que la teoría atómica es correcta y que la
ley de Proust es correcta, el problema es algunos tipos de compuestos iónicos,
no se pueden escribir con fórmulas empíricas enteramente de números enteros. Un
ejemplo es el carburo de boro, cuya fórmula de CBn es una proporción
variable de números no enteros con n que van desde más de 4 a más de 6,5. Otro ejemplo es el mineral de hierro
llamado wüstita que puede contener un
intervalo de hierro de entre 0.83 a 0.95 hierro por cada oxígeno (Gusev, 2014; Park, Kim, Lee, & Kim, 1999). Por suerte para Proust medir esto hubiera sido
imposible con la tecnología disponible en su tiempo. Sin embargo, cuando se
descubrieron estas sustancias que no siguen la ley de Proust, se les dio el
nombre de bertólidos, en honor a Claude Louis conde de Berthollet, quien se
opuso a la idea de las proporciones definidas (Padilla
& Furio-Mas, 2008). Otras especies químicas como los biopolímeros de proteína y ADN poseen
composiciones moleculares altamente variables por lo que no sirven para
realizar cálculos estequiométricos.
Figura. La wustita o wüstita es
un mineral de la clase de los minerales óxidos de composición FeO. Fue
descubierto en 1924 cerca de Stuttgart (Alemania), siendo nombrado así en honor
de Ewald Wüst (1875-1934), geólogo y paleontólogo alemán. Otros sinónimos para
denominar a este mineral son wuestita, iozita o iosiderita.
Las razones para
esto radican en que, aunque la teoría atómica es siempre correcta, la ley de
Proust tiene dos excepciones principales
- Algunos cristales
pueden encerrar cantidades variables de átomos, lo que genera una composición
variable como en la wustita.
- La identidad de
algunas sustancias no se enmarca a una proporción definida de átomos, sino a
una estructura general y a propiedades químicas más o menos semejantes. Esto
sucede en macromoléculas, donde hay tantos átomos que la presencia o ausencia
de unos cuantos no afecta mucho, que es el caso normal del ADN y los isómeros
enzimáticos.
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